Inventando a Elliot es un relato colegial firmado por Graham Gardner, con aires de thriller psicológico como La guerra del chocolate (o Subversión en la escuela, en otra edición anterior) de Robert Cormier, pero que no tiene ni su categoría literaria ni su intensidad emocional. También queda lejos de la potencia de Nuestro frustrado héroe, de Mun Yol-Yi, pero hace pensar algo en cómo los chicos necesitan referencias de autoridad verdadera en sus profesores y en sus padres, alguien que defienda la libertad de los más débiles y les facilite afianzar su personalidad.
Elliot, de catorce años, está en una situación familiar difícil y ha sufrido acoso y burlas en los colegios por los que ha pasado. Al llegar a una nueva escuela toda su obsesión es pasar inadvertido. Por cobardía calla cuando un chico es maltratado en su presencia y luego encubre lo sucedido. Más tarde, para su sorpresa, es elegido para formar parte de una especie de sociedad secreta llamada Los Guardianes que atemorizan y controlan a todos los chicos del colegio. Y, por temor, accede.
Se presentan bien el mundo interior confuso y la inseguridad del protagonista; sus dificultades familiares y los patéticos esfuerzos de su madre y de una profesora para intentar ayudarle; el modo tímido en que se relaciona con un compañero y con una chica de la que se enamora. Sin embargo, el comienzo es muy efectista; en ocasiones se usan expresiones más propias de una novela de acción que de un relato así; el recurso a la novela 1984 de Orwell para explicar las tácticas de control de los Guardianes, y su mismo comportamiento, está sobrecargado y no resulta verosímil.
Graham Gardner. Inventando a Elliot (Inventing Elliot, 2003). Barcelona: Belacqua, 2007; 180 pp.; trad. de Santiago Ochoa; ISBN: 978-84-96694-63-7.