Algunas consideraciones de T. S. Eliot acerca de las valoraciones morales de obras literarias:
—«La “grandeza” de la literatura no puede determinarse tan sólo por criterios literarios, aunque debemos recordar que el hecho de que sea literatura sólo pueden determinarlo esos parámetros».
—«Es un lugar común decir que lo que turba a una generación será tranquilamente aceptado por la siguiente. Esta adaptabilidad al cambio de los criterios morales es en ocasiones saludado como una evidencia de la perfectibilidad humana, pero no es, en realidad, sino una evidencia de lo débilmente fundamentados que suelen estar los juicios morales de la gente». Esto también indica que muchas «valoraciones morales de las obras literarias sólo tienen en cuenta el código moral aceptado por cada generación y no si ese código se cumple o no».
—«Es asunto nuestro, como lectores de literatura, saber qué es lo que nos gusta. Es asunto nuestro, como cristianos, saber qué cosa debería gustarnos. Es asunto nuestro, como personas honestas, no asumir que cualquier cosa que nos guste es lo que debería gustarnos».
T. S. Eliot. «Religión y literatura» (contribución a Faith That Illuminates, 1935), La aventura sin fin. Barcelona: Lumen, 2011; 583 pp.; col. Palabra en el tiempo; edición de Andreu Jaume; trad. de Juan Antonio Montiel; ISBN: 978-84-264-1920-0. [Vista del libro en amazon.es]