Existe una diferencia entre realismo de contenido y realismo de presentación. Ambos son independientes entre sí, aunque indudablemente pueden mezclarse. Así, Tolstoi con Guerra y Paz o George Eliot con Middlemarch, componen obras con realismo de contenido y de presentación: nos sentimos inclinados a decir «la vida es así». La tragedia francesa es realista de contenido pero no de presentación. Los romances medievales lo son de presentación pero no de contenido. Y hay obras sin ninguna de las dos clases de realismo, como Edipo Rey o Orlando furioso. El lector maduro sabe que que cada libro ha de tener el tipo de realismo que pretenda tener y no se verá engañado por ninguno, porque no confunde el arte con la vida ni con la filosofía.
C. S. Lewis. La experiencia de leer.