Un relato antiguo leído hace poco: Brigitta, considerado uno de los mejores de Adalbert Stifter. El narrador es un joven que termina por aceptar la invitación de un militar, a quien había conocido tiempo atrás, para que pase un tiempo en su mansión, en Uwar, en las estepas húngaras. Una vez allí averigua, por fin, su pasado y el de una misteriosa vecina, Brigitta, con quien su anfitrión tiene una relación de gran admiración y amistad.
Como en otras novelas del autor, en esta las descripciones de paisajes y ambientes son calmosas y excepcionales, y se habla de hombres y mujeres de comportamiento noble, pero también orgulloso, a los que, sin embargo, las desgracias de la vida les hacen cambiar hacia comportamientos más comprensivos. El narrador tensa el argumento y conduce su relato a un final inesperado con el sencillo procedimiento de interrumpir el hilo de su discurso, en el que ha ido contando sus actividades en la hacienda del comandante, para detenerse a explicarle al lector el pasado de Brigitta. El prólogo, que hace notar la valía de Stifter resaltando que fue muy elogiado y admirado por los mayores literatos posteriores a él, facilita comprenderle algo mejor pero también deja la impresión de que se sobreinterpreta su vida.
Adalbert Stifter. Brigitta (1847). Madrid: Bartleby, 2008; 93 pp.; trad. y prólogo de Ibon Zubiaur; ISBN: 978-84-95408-74-7. [Vista del libro en amazon.es]