Madrid: Espasa, 2004; 436 pp.; col. Austral; ISBN: 84-670-1550-0. [Vista del libro en amazon.es]
País vasco, verano y otoño de 1923. Después de tres años sin verla, el protagonista espera con ilusión la llegada de la que fue su novia de niñez, Isabel, desde Inglaterra. Pero, cuando llega, descubre con horror que, aunque ambos tienen casi la misma edad de quince años, Isabel ha crecido mucho mientras él sigue siendo mucho más niño. «A mí se me concluía todo en la vida, por una fatalidad tan estúpida como la diferencia de las estaturas, que no era, si echamos un cálculo en centímetros, arriba de los doce o trece. Era una infamia, Dios eterno, que una cosa así pudiese influir en la felicidad y que así se pudiese destruir todo el ideal que uno se hubiese formado en este mundo. Ella había crecido demasiado. Yo era casi como se debe, por más que dijeran. […] Era una situación espantosa, pero ya de irrisión, que nadie la podía comprender, si es que no se reían en mi cara». Mientras la vida discurre con normalidad —fiestas, salidas a pescar, excursiones, relaciones familiares, una grave enfermedad…—, también se van reconstruyendo historias previas de la infancia y de las familias de Pedrito y de Isabel, y de antiguas guerras carlistas.