Madrid: Editorial Complutense, 1998; 96 pp.; traducción de Jesús Molero Sánchez y Jin-Su Inés Kim; ISBN: 84-89784-49-3.
Corea del Sur, entre marzo de 1959 y la primavera de 1960. Cuando tiene doce años, Pyong-The Jan se incorpora a una escuela de provincias, a causa de que su padre ha sido trasladado allí desde Seúl. En su clase domina Sok-Te Om, el delegado de la clase, un chico con unas extraordinarias dotes para un liderazgo basado en la manipulación. Los intentos de Pyong-The de rebelarse son infructuosos, y sufre un aislamiento cada vez mayor. Después de un semestre capitula y, entonces, Sok-Te se comporta con una generosidad que provoca en Pyong-The «un profundo sentido de gratitud». Cuenta el narrador, treinta años después de los hechos, que «los frutos de aquella sumisión fueron muy dulces, y quizá más porque mi oposición había sido larga y obstinada. Los favores de Sok-Te llovieron sobre mí como una cascada después de comprobar que ya me había encajado completamente en su sistema». Un nuevo maestro hará que las cosas cambien.