Madrid: Anaya, 1991; 268 pp.; col. Tus libros; ilust. de Alicia Cañas; apéndice de Juan Tébar; trad. y notas Magali Martínez Solimán; ISBN: 84-207-4307-0.
Doce relatos. Mis preferidos son tres: El hombre del pasaje, de ambiente teatral, en el que los espejos tienen la clave; La peluca roja, de ambiente periodístico, en el que se dice la famosa frase «el periodismo consiste principalmente en decir “muere lord Jones” a gente que no tenía ni idea de que lord Jones estuviera vivo»; El extraño crimen de John Boulnois, o de cómo los pecados veniales resultan a veces más difíciles de confesar que los mortales.
Los otros son: La ausencia del señor Copa, el criminólogo científico Orion Hood no resuelve un misterio que sí aclara el P.B.; El paraíso de los bandidos tiene lugar en Italia cuando al carruaje donde viajan un banquero inglés y el P.B. lo asaltan unos bandoleros; en El duelo del doctor Hirsch un famoso científico ateo es desafiado por un italiano creyente que luego desaparece, y cuando Flambeau no comprende qué ha pasado el P.B. le indica que la prueba moral es más clara que cualquier otra prueba; El error de la máquina es un caso de cuando el P.B. fue capellán en una prisión de Chicago, veinte años atrás, en el que se había condenado a un delincuente a partir del testimonio de un detector de mentiras; La cabeza del César es un caso de chantaje familiar que termina con un suicidio; en El fin de los Pendragon el P.B. frustra las intenciones de un tipo que desea quedarse con la fortuna familiar; en El dios de los gongos su intervención evita el asesinato que se iba a cometer en medio de un combate de boxeo; en La ensalada del coronel Cray aclara la maldición de una sociedad secreta india que pende sobre el coronel Cray; El cuento de hadas del Padre Brown, que se desarrolla en Alemania, trata de un antiguo asesinato sin resolver que cuenta Flambeau al P.B.