Barcelona: Juventud, 1995; 259 pp.; col. Universal; trad. de José Fernández; ISBN: 84-261-2872-6.
«No está en el orden de las cosas naturales —habría dicho el viejo indio Makoki— que un osezno negro y un perro de raza Mackenzie, […] se hicieran amigos. A no dudarlo, se trataba de un favor especial de la Potencia bienhechora que vela por las bestias. Y era esta Potencia la que hizo a Challoner atar a los animalitos por el cuello, para que, al salvarse juntos, encontraran cada uno un amigo en el otro». El perro, Miki, y el osezno, Niva, crecerán e irán viviendo juntos distintas correrías.
9 abril, 2008