Llega Tintín a Chicago para enfrentarse con Al Capone. Por casualidad o por habilidad, Tintín va saliendo ileso de todos los atentados que sufre. Tiene que ir a buscar a uno de los bandidos al Oeste, y no sólo vence la hostilidad de los Pies Negros, sino que de paso descubre un pozo de petróleo en su territorio. Realiza una persecución tomada de El maquinista de la General; sale bien parado de un intento de linchamiento; desenmascara a unos industriales de una industria conservera donde carne de perros, gatos y ratones sirven para fabricar pastel de liebre; y entrega a la policía, por último, a los 355 miembros del Sindicato de Bandidos de Chicago.
6 agosto, 2008