Texto de Elizabeth Cody Kimmel. Madrid: Kókinos, 2004; 34 pp.; trad. de Esther Rubio; ISBN 84-88342-56-X.
Un niño está escribiendo a Papá Noel y nos cuenta que se propone ser muy preciso para que no le pase lo que otros años y esta vez le traiga exactamente lo que quiere: un pingüino. Efectivamente, recibe uno que se llama Osvaldo y que, desde que llega, quiere jugar en el exterior aunque haga frío, cantar antiguas canciones de pingüinos, darse baños de agua helada y además echar en ella pastillas de jabón que floten como icebergs, desayunar arenques frescos con ensalada de algas y comer comida cruda y fría… El protagonista se hace cargo de que, al haberlo pedido, debe dar gusto a Osvaldo y debe limpiar lo que mancha. Entonces escribe a Papá Noel de nuevo diciéndole que, aunque está contento con Osvaldo, no le importaría recibir otro regalo.