Ilustrador norteamericano. 1924-. Nació en White Bear, Minnesota. Estudió Arte en Estados Unidos, Francia e Inglaterra. Trabajó en publicidad. Desde 1953 dirigió su propio estudio artístico. Autor de tiras cómicas, de dibujos para el cine y la televisión, y de varios libros infantiles.
El palo de hockey voladorEdición de 1966 renovada en 1995. Madrid: Encuentro, 2008; 53 pp.; col. Encuentro infantil; trad. de Manuel Oriol; ISBN: 978-84-7490-934-0.
Bernabé desea, por encima de todas las cosas, fabricar un aparato con el que poder volar. Después de muchos intentos infructuosos consigue su objetivo usando un palo de jockey, el paraguas de su madre, un ventilador y un cable alargador.
Pastel de crema de pepinillosEdición de 1966 renovada en 1995. Madrid: Encuentro, 2008; 58 pp.; col. Encuentro infantil; trad. de Manuel Oriol; ISBN: 978-84-7490-935-7.
Un rey quiere que su hija se decida entre sus tres pretendientes, en realidad porque está cansado de que los tres pretendientes vengan a cenar y a él le quede menos ración de su pastel de pepinillos. Para eso les pone a prueba: el príncipe Gallardo, el príncipe Erudito y el príncipe Bernardo han de internarse en el espeso bosque durante tres días y el que traiga el regalo mejor se casará con la princesa.
Un león de color lilaMadrid: Encuentro, 2009; 64 pp.; col. Encuentro infantil; no indica traductor; ISBN: 9788474909739.
Niño imaginativo: todo lo que se le ocurre se le aparece delante. Para su sorpresa los demás no lo ven. Un día que se le aparece un león color lila entran unos ladrones en su casa.
Un perfecto caballero para dragonesMadrid: Encuentro, 2009; 64 pp.; col. Encuentro infantil; no indica traductor; ISBN: 9788474909746.
El joven príncipe Cedric es hijo de un rey que fue un experto cazador de dragones. Un día, después de muchos años sin que aparezca ninguno, venciendo la resistencia de su madre y su propia desgana, es él quien debe ir a la caza de uno, montado en el viejo caballo de su padre, Florencio.
Relatos divertidos tanto en sus argumentos como en sus ilustraciones compuestas a base de dibujos acuarelados ricos en detalles simpáticos. Son claramente mejores El palo de hockey volador y Pastel de crema de pepinillos, aunque los cuatro son graciosos, están bien contados y, en todos, el autor demuestra ser un extraordinario dibujante: consigue personajes expresivos, multiplica los toques humorísticos y, si es el caso, como en una escena de Pastel de crema de pepinillos, hace guiños a obras de Picasso, Matisse, Grant Wood y Toulouse Lautrec.
El palo de hockey volador dará ideas a cualquier aficionado al bricolage y a los inventos caseros ya desde las guardas: el protagonista no deja de usar uno sólo de los objetos que uno puede (o podía) encontrar en su casa. Los animales singulares que pueblan Pastel de crema de pepinillos no desmerecen nada de los que componen la zoología alternativa del Doctor SEUSS. Tanto ese último relato como Un perfecto caballero para dragones —un álbum sin guardas y con páginas iniciales un tanto caóticas— son herederos de la tradición irónico-festiva iniciada por Kenneth GRAHAME con El dragón perezoso. Un león de color lila trata bien, en este caso sin especiales novedades, la idea recurrente de muchos relatos infantiles sobre los personajes que viven en la imaginación del niño.
31 agosto, 2009
