Andréi Tarkovski: «En no pocas ocasiones, cuando estoy en algún coloquio con el público, advierto cierta incredulidad si declaro que no hay símbolos en mis filmes. La gente insiste una y otra vez en preguntarme qué significa, por ejemplo, la lluvia en mis películas, por qué aparece en todas ellas, lo mismo que el aire o el fuego. Yo contesto que para mí lo importante es crear un mundo concreto hecho con imágenes concretas, no con símbolos. Nada hay casual en las imágenes que construyo, desde luego; pero esto no significa de modo alguno que los detalles particulares de la película tengan que significar algo en concreto». José Jiménez Lozano: «A mí me cuesta ver símbolos en la naturaleza, más allá de los símbolos que son universales, como la... Leer más
Wayne Booth: «¿Cómo podemos reconocer una obra buena? ¿Cómo lo hacemos saber a los demás? Cada crítico tiene que plantearse estas cuestiones de una manera o de otra, pero la verdad es que hay demasiadas posibilidades entre las que elegir. Para determinar si una obra hace bien algo, que vale la pena o es algo bueno, el crítico sólo puede atender a cuatro o cinco aspectos generales. Podemos admirar una obra porque su reconstrucción es excepcionalmente buena (crítica objetiva o formal); porque en ella se refleja el propio autor o su situación (expresiva); o porque nos produce un efecto muy fuerte (retórica); o porque contiene o transmite una doctrina verdadera o deseable (didáctica o ideológica); o porque es la cima o la ilustración de una tradición o el... Leer más
Wayne Booth: «No creo que haya ninguna conexión necesaria entre claridad moral o convencionalismo y calidad literaria. La oscuridad puede ser un aspecto más de la mala calidad de algunas obras, igual que la claridad puede reflejar la estupidez de otras». Wayne C. Booth. Retórica de la... Leer más
Wayne Booth: «Algunos de los errores de interpretación más increíbles que conozco se han producido cuando un lector inteligente se ha permitido penetrar, con excesiva confianza, en un terreno poco conocido. De hecho, contamos en esto con una ley clara y absoluta, aun tratándose de un campo en no hay absolutos: cuanto más alejada me resulta una obra (alejada de mi siglo, país, familia, profesión, iglesia, club, generación) tantos más errores cometeré en un momento determinado de la lectura. (…) La confianza en mis inferencias debe variar en sentido inverso a la distancia, y en el caso de tener que hacer inferencias cuando me muevo en un terreno que me resulta poco familiar (y esto es algo que ocurre con frecuencia) mis esfuerzos por llegar a conocerlo deben ser... Leer más
Un campo de concentración puede ser modélico en su género. Una gran obra de ingeniería puede hacerse con el trabajo de muchos esclavos. Una película estremecedora puede filmarse asesinando gente. La foto de una niña muriéndose de hambre puede ganar un gran premio. Un libro sobre suicidas puede provocar más suicidios. Por eso tiene razón Victor Klemperer cuando dice que «no confío en las consideraciones puramente estéticas en los ámbitos de la historia de las ideas, de la literatura, del arte, de la lengua. Es preciso partir de posturas humanas básicas; los medios de expresión sensibles pueden ser los mismos, aún siendo los objetivos totalmente opuestos». Victor Klemperer. LTI – La lengua del Tercer Reich – Apuntes de un filólogo (LTI. Notizbuch... Leer más
Wayne Booth: «La mayoría de nosotros, especialmente si hemos leído mucho de jóvenes sin la guía de lectores más expertos, puede recordar malas interpretaciones» de libros que leimos entonces. «Tales erróneas interpretaciones no prueban otra cosa que la existencia de las mismas», pero «vienen de la incapacidad del lector de disociarse de un centro de conciencia depravado que se le presenta con toda la autojustificación seductora de la retórica hábil». De ahí que se pueda decir que, para enfrentarse a un narrador que posee el «control completo e ilimitado de los recursos retóricos», hace falta una particular formación literaria. Las observaciones de Wayne Booth se pueden ilustrar con un ejemplo que a cualquier lector de El Señor... Leer más
Wayne Booth: «Cuando Gógol creó a Akaky Akakievitch Bashmatchkin, el pobre oficinista de El capote prácticamente anónimo detrás de su nombre “desusado y artificial”, una víctima de la burocracia, del destino y de su propia debilidad, típico de todos los oficinistas tontos y desmañados, ya había llevado a cabo la mayor parte de su tarea retórica. Cuando además atinó con la ocurrencia de usar un abrigo como un signo de las aspiraciones, de la decepción y de la final destrucción de su héroe, de nuevo eligió el “objeto natural” más conveniente para sus propósitos. Cuando contemplamos al empobrecido Bashmatchkin, desesperadamente frío y andrajoso, ahorrando desesperadamente su dinero para comprar un abrigo que cada vez más considera en su... Leer más
Wayne Booth: «Hay un placer en ver triunfar sobre las dificultades de la vida a alguien que nos gusta y hay un placer en reconocer que la vida es tan compleja que nadie triunfa inequívocamente. Ambos placeres no pueden realizarse del todo en la misma obra. (…) Si está claro sobre dónde se concentra el foco, un gran artista puede, por supuesto, hacer alguna justicia a las complejidades del mundo y alcanzar todavía un alto grado de envolvimiento emocional. Dostoievski, como Shakespeare, deriva parte de su preeminencia en su habilidad para mostrar qué clase de asunto turbio es realmente el mundo moral al propio tiempo que mantiene lúcidas las líneas de nuestras simpatías morales. Sus criminales continúan profundamente simpáticos porque sabe, y nos hace saber, por... Leer más
Una de las personas que ha muerto este año, hace pocas semanas, ha sido Wayne Booth, uno de los grandes críticos literarios del siglo XX. Esta es una cita suya: «Cuando decimos que la moralidad en el arte descansa en “escribir bien” tácitamente incluimos en nuestra reivindicación el concepto de la realización de un propósito digno. Una frase bien lograda puede servir los propósitos retóricos de un Hitler así como los propósitos literarios de un Zola. (...) La “frase bien lograda” en la ficción deber ser mucho más que “bella”, debe servir a finalidades más amplias y para el artista existe una obligación moral contenida como una parte esencial de su obligación estética de “escribir bien”...» Wayne C. Booth. La... Leer más
Existe una diferencia entre realismo de contenido y realismo de presentación. Ambos son independientes entre sí, aunque indudablemente pueden mezclarse. Así, Tolstoi con Guerra y Paz o George Eliot con Middlemarch, componen obras con realismo de contenido y de presentación: nos sentimos inclinados a decir "la vida es así". La tragedia francesa es realista de contenido pero no de presentación. Los romances medievales lo son de presentación pero no de contenido. Y hay obras sin ninguna de las dos clases de realismo, como Edipo Rey o Orlando furioso. El lector maduro sabe que que cada libro ha de tener el tipo de realismo que pretenda tener y no se verá engañado por ninguno, porque no confunde el arte con la vida ni con la filosofía. C. S. Lewis. La experiencia de... Leer más
Hay explicaciones que no explican nada. Así, para los que insisten en los traumas de la infancia como causa de algunas características de los libros de un autor, esta cita de Tzvetan Todorov: «E. T. A. Hoffmann, que fue un niño desdichado, describe los miedos de la infancia; pero para que esta comprobación tenga un valor explicativo, habría que demostrar que todos los escritores que tuvieron una infancia desdichada proceden de la misma manera, o bien que todas las descripciones de los temores infantiles provienen de escritores cuya infancia fue desdichada. Al no poder establecer la existencia de una u otra relación, comprobar que Hoffmann fue un niño desdichado equivale a indicar tan solo una coincidencia carente de valor explicativo». Tzvetan Todorov.... Leer más
A quien esté interesado en cuestiones de crítica literaria, y en particular acerca de géneros como los cuentos de hadas y la ciencia-ficción, le gustará conocer la recopilación de artículos y textos de C. S. Lewis titulada De este y otros mundos: ensayos sobre literatura fantástica. Como sucede con todo lo que firma Lewis que conozco, el estilo es claro y las reflexiones son lúcidas y bienhumoradas. Por ejemplo: «Los mejores escritores son a menudo los más anticuados. Nadie es más inconfundiblemente antiguo y aqueo que Homero, más escolástico que Dante, más feudal que Froissart, más isabelino que Shakespeare. (...) Incluso el libro de Isaías revelará a un estudiante atento que no fue compuesto en la corte de Luis XIV ni en la moderna Chicago». C. S. Lewis. De este y... Leer más
Para quienes no conozcan los libros de Joseph Frank, que he citado ya varias veces, merece la pena recordar esto: «Desde el decenio de 1950, Joseph Frank ha estado trabajando en uno de los grandes proyectos bibliográficos de nuestro tiempo: la vida de Fiódor Dostoievski en cinco volúmenes. La lectura de cada uno de ellos, independientes unos de otros, es apasionante. El cuarto volumen, que apareció en 1997, tiene un interés especial y cubre los "años milagrosos" de 1865-1971, los años de los grandes logros ininterrumpidos de Dostoievski, la época en la que escribió Crimen y castigo (1866), El idiota (1868) y Los demonios (1871-1872)». Y volveré a mencionar otros textos de Coetzee tomados de Costas extrañas, ejemplo de críticas literarias brillantes e... Leer más