Los conquistadores: una breve introducción, un libro de bolsillo firmado por Matthew Restall y Felipe Fernández-Armesto, es una excelente obra para comprender mejor qué clase de hombres fueron los que se lanzaron a la conquista de América y cuáles son las explicaciones más coherentes del éxito que tuvieron. Al final, una de las sensatas conclusiones es que las muchas razones que se han dado han de verse conjuntamente, formando una «armonía de explicaciones».
De todas ellas, una importante que subrayan los autores es que «en gran medida, lo que llamamos “conquista” es un nombre erróneo» pues «en la mayoría de los lugares no hubo conquista en absoluto». Señalan cómo las fuentes que manejamos, de guerreros y de batallas, «transmiten una imagen de intenso conflicto» y cómo, «además, en España hubo un fuerte grupo crítico contra los excesos», con lo que la impresión final que ahora tenemos es de que hubo gran violencia. Sin embargo, los llamativos episodios que protagonizaron hombres como Cortés o Pizarro, afirman, «fueron recursos desesperados de unos hombres desesperados que, ante una situación de aislamiento traumático, recurrieron al terror para aliviar sus terrores o para animar a sus compañeros». Es decir, se pone mucho el acento en las tres guerras que hubo en la conquista de México…, pero «no se suele llamar la atención sobre el rasgo más notable de estos conflictos: que fueron muy escasos».
Matthew Restall y Felipe Fernández-Armesto. Los conquistadores: una breve introducción (The Conquistadors. A Very Short Introduction, 2012). Madrid: Alianza, 2013; 185 pp.; col. El libro de bolsillo; trad. de Javier Alonso López; ISBN: 978-84-206-7543-5.