Hoja de Niggle

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Hoja de Niggle

En Tolkien y la Gran Guerra explica John Garth cómo, entre los años 1914 y 1918, el legendarium de Tolkien «creció en la forma de un enorme complejo de historias entrelazadas, sagas y genealogías, de fonologías, gramáticas y vocabularios, y de disquisiciones filológicas y filosóficas. Si se lo hubiese abandonado a su propia suerte, parece bastante probable que Tolkien nunca hubiera terminado un solo libro en toda su vida. Lo que necesitaba eran fechas de entrega puestas por los editores, y un público entusiasta». Es decir, lo que fueron más adelante sus hijos y sus amigos, en especial C. S. Lewis. La mayor dificultad de Tolkien era, y siempre fue, dice Garth, su «perfeccionismo quisquilloso», del que él mismo se daba tanta cuenta que lo describió en su cuento Hoja de Niggle, un relato cortito escrito hacia 1939 y publicado en 1945, cuando El Señor de los anillos había comenzado a ocupar todo su interés.

Niggle es un pintor, «de esa clase de pintores que hacen mejor las hojas que los árboles», indica el narrador. «Su afán era pintar un árbol completo, con todas las hojas de un mismo estilo y todas distintas». Avanza en su trabajo pero una y otra vez lo retrasa debido a otras ocupaciones de la vida, en especial a las atenciones que tiene con un vecino poco considerado. Con todo, aunque rezonga por lo bajo, las afronta con bondad y abnegación. Además, Niggle sabe que, de un momento a otro, ha de realizar un viaje, pero va posponiendo una y otra vez los preparativos que debe hacer. Un día, un cuadro que había comenzado simplemente como una hoja arrastrada por el viento, se convierte en un árbol que crece y crece… Pero, entonces, Niggle no puede demorar ya más el viaje pendiente y termina, primero, en un hospital, y, después, junto con su vecino, en un ambiente que le recuerda mucho los escenarios que había comenzado a pintar.

En este relato se contiene una especie de descripción de cómo Tolkien se veía a sí mismo, de cómo veía su propio trabajo, de cómo entendía la relación entre la realidad y el arte, y de cómo pensaba que un verdadero arte nos ofrece atisbos de una realidad mucho más rica. Es, también, una formulación sencilla y clara de sus opiniones acerca de que cada hoja es todas las hojas, digámoslo así, y de la importancia de que toda la obra tenga consistencia interna.

J. R. R. Tolkien. Hoja de Niggle (1945), en Árbol y Hoja (Tree and Leaf: including the poem “Mythopoeia”, 1988); Barcelona: Planeta-Agostini, 2002; 152 pp.; prólogo de Christopher Tolkien; trad. de Julio César Santoyo, José M. Santamaría y Luis Domènech; ISBN: 84-395-9786-X.
John Garth. Tolkien y la Gran Guerra. El origen de la Tierra Media (Tolkien and the Great War. The Threshold of Middle-Earth, 2003). Barcelona: Minotauro, 2014; 505 pp; trad. de Eduardo Segura y Martin Simonson; ISBN: 978-84-450-0207-0. [
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22 mayo, 2016
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