Como anuncié, algunas citas de Samuel Johnson, esta vez a propósito del oficio de los escritores:
—«La poesía es el arte de unir el placer con la verdad, apelando a la imaginación para que apoye la razón».
—No «se es un poeta hasta que se ha alcanzado la plenitud del lenguaje; y sea capaz de distinguir las distintas sutilezas enunciativas y todos los colores de las palabras, y sea capaz de ajustar los diferentes sonidos a todas las variedades de modulación métrica».
—«Un poeta pasa por encima de las diferencias casuales de un país o de una condición, como un pintor que, satisfecho de la figura, se desentiende de los vestidos».
—«En cualquier época el escritor tiene la obligación de mejorar el mundo, y la justicia es una virtud independiente del tiempo y del lugar».
—«Aquellos escritores preocupados por la novedad no podrán aspirar a la grandeza, pues los asuntos importantes no pueden haber escapado a la observación previa».
—«La composición de una obra más bien presupone el esfuerzo de ralentizar la diligencia y acelerar la perseverancia, y conseguir que la mente sea arrastrada por la conveniencia y la resolución, antes de verla adentrarse cada poco tiempo en un nuevo entretenimiento agradable».
—«Muchas causas pueden viciar el juicio de un escritor hacia sus propios trabajos: le concede un valor elevado a aquello que le ha costado mucho trabajo, pues no está dispuesto a pensar que ha sido diligente en vano; lo que ha sido producido sin un esfuerzo fatigoso se considera, con deleite, como prueba de unas facultades vigorosas y de una invención fértil; y la última obra, independientemente de que trate, cuenta necesariamente con la gracia de la novedad».
Samuel Johnson. Ensayos literarios. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2015; 580 pp.; trad. de Gonzalo Torné de la Guardia, Antonio José Rodríguez Soria, Ernesto Castro Córdoba; edición y prólogo de Gonzalo Torné; ISBN: 978-84-15863-87-8. [Vista del libro en amazon.es]