Las aventuras de la bruja Fritanga, de Xan López Domínguez, tiene como protagonista a una bruja de muy baja categoría: aprendiza de Pocimera (que, a su vez, es un tipo de mago inferior). Pero Fritanga puede volar, es muy cortés y hábil con los idiomas, por lo que puede actuar como recadera y apaciguadora y le suelen encargar hacer de árbitro en conflictos menores. En este caso Fritanga ha de resolver el lío en el que se ha metido su amigo el mago Renglong que, por usar un conjuro que no dominaba, se convirtió en gigante. Para lograr devolverlo a su tamaño natural Fritanga va de aquí para allá, durante toda la noche, pidiendo ayuda y consejos a unos y otros.
Relato que, a pesar de ir en una colección que se llama Álbumes, y aunque las imágenes son importantes, no es tanto un álbum como una historia de fantasía. Fritanga es una heroína laboriosa, paciente y amable, que ha de lidiar con un mago primerizo que, al contrario que Fritanga, no es consciente de sus limitaciones. Las figuras tienen las formas alargadas y abombadas características del autor. El libro cuenta con ilustraciones a doble página, encima de las cuales va el texto. Como son más bien oscuras, dado que todo transcurre durante una noche, quien eche un vistazo superficial al libro podría pensar que tiene delante un relato apagado pero no es así: la heroína es luminosa y el relato resulta divertido.
Xan López Domínguez. Las aventuras de la bruja Fritanga (2014). Zaragoza: Edelvives, 2014; 90 pp.; col. Álbumes; ISBN: 978-84-263-9166-7. [Vista del libro en amazon.es]