Cuenta Leo Lionni en sus memorias cómo, en el origen de sus álbumes, están las cualidades que cultivó durante su trabajo como publicista. En concreto, Pequeño Azul y Pequeño Amarillo se benefició de los experimentos que había hecho, años atrás, con las dimensiones, formas y posiciones en la página de las manchas de colores, imaginando que eran personas en una habitación o en una plaza, para pensar en cómo unas elecciones u otras tenían distintos significados o provocaban diferentes sentimientos en el lector-espectador. Así, un punto en el centro parece indicar autoridad, formalidad; en una esquina vergüenza, temor, informalidad, etc.
En general, según explica él mismo, las características comunes de sus álbumes son el ritmo, la simplicidad de la acción, la lógica de la secuencia, y la composición de sus ilustraciones prestando especial atención a las posiciones de las figuras. Según fue preparando y publicando más álbumes, intentando que cada uno fuera diferente de los anteriores, indica que, aunque recurría a las memorias de su niñez, fue aprendiendo a distinguir entre sus experiencias personales y las experiencias universales de los niños. Señala que se suele decir que, para escribir para niños, debes ser tú el niño, pero que él lo ve al revés: al escribir para niños debes dar un paso atrás y mirar al niño con la perspectiva de un adulto.
Leo Lionni. Between Worlds. The Autobiography of Leo Lionni (1997). New York: Alfred A. Knopf, 1997; 296 pp.; ISBN: 0-679-42393-1; vista del libro en amazon.es. Edición en España, titulada Entre mundos. Una autobiografía, en Pontevedra: Kalandraka, 2021; 384 pp. en b. y n. y 32 pp. con fotografías; col. Puntos cardinales; trad. de Carlos Heras Martínez; ISBN: 978-84-1343-076-8. [Vista del libro en amazon.es]