Después de hablar de Confesiones de un padre sin vocación, encaja bien traer aquí a Mamá Bruce, de Ryan T. Higgins, un álbum verdaderamente gracioso. El título que vemos en la cubierta es Mamá Gansa, pero Gansa figura tachado y, encima, como a mano, pone Bruce. Es decir: vamos a ver a un Oso llamado Bruce que hará de madre de unos cuantos gansitos. Estos aparecen cuando Bruce intenta hervír unos huevos y los gansitos, al ver a Bruce, lo toman por su madre. A partir de ahí, por más esfuerzos que hace un gruñón y desapegado Bruce, los gansos no se separan de él. Al fin, Bruce pone su esperanza en el momento de que tengan que migrar. El relato progresa presentando varias escenas en cada doble página —que pueden ser dos, tres, cuatro e incluso cinco—. Solo hay dos ilustraciones a doble página para momentos bien elegidos: cuando los gansitos recién salidos de los huevos reconocen a Bruce y gritan ¡Mamá! y el momento final en el que Bruce ha cedido hasta lo inimaginable. La diversión de la historia viene, sobre todo, de que las expresiones de Bruce y los gansitos son divertidas, pero también de que la narración está bien medida y de que los paisajes en los que se desarrolla resultan atrayentes.
Ryan T. Higgins. Mamá Bruce (Mother Bruce, 2015). Madrid: Anaya, 2019; 42 pp.; trad. de Adolfo Muñoz; ISBN: 978-84-698-4874-6. [Vista del álbum en amazon.es]