La edad ingrata, de Booth Tarkington, es una novela humorística que se publicó, por entregas, en 1914, y como libro en 1916. Tiene como héroe a un chico de diecisiete años, llamado William Sylvanus Baxter, de clase acomodada y que vive en una pequeña ciudad norteamericana del este. Cuando conoce a una invitada de sus vecinos, llamada Lola Pratt, una chica que habla con lengua de trapo y que lleva siempre a un perrito faldero llamado Flopit, empieza a cortejarla. Su entusiasmo se ve dificultado porque sus amigos también lo hacen, por su propia precipitación, y por las intromisiones de su hermana pequeña Jane, que es el gran personaje de la historia.
Esto lo explica el narrador así: «Durante las delicias del primer amor, si existe una criatura más letal que el hermano pequeño de una mujer en ciernes, es la hermana pequeña de un hombre en ciernes. El hermano pequeño, al menos, pregona a los cuatro vientos lo que sabe, a menudo a pleno pulmón, y hasta eso puede evitarse, pues es extremadamente sobornable; pero la hermana pequeña tiende más a reservar la información para usarla en una ocasión terrible y venidera; y por muchos sobornos que acepte, con total seguridad se lo contará todo a su madre. En definitiva, un joven enamorado debería arreglárselas, en la medida de lo posible, para ser el único hijo de sus padres, de otro modo su madre y su hermana seguramente sabrán mucho más sobre él de lo que él sabe que saben».
El párrafo anterior muestra que el relato es muy fluido y ameno. Muchas de las situaciones cómicas que se suceden responden a otra época, como se puede apreciar aquí: «La civilización es responsable de ciertos anhelos humanos: anhelos artificiales, pero a veces tan desgarradores como el hambre y la sed. De ellos, los más intensos son el de la muchacha por el velo de novia, el del muchacho por los pantalones largos, y el del joven por el traje de etiqueta». Mientras los personajes principales tienen un punto de exageración, de histerismo William y de estupidez Lola, que los hacen poco atractivos, el comportamiento de Jane resulta siempre cómico. Así, después de cometer una indiscreción con su hermano, el narrador indica que sus «punzadas de remordimiento se diluyeron en su amor por el sensacionalismo» y, por supuesto, continuó diciendo lo que no debía…
La novela, muy elogiada en su momento, ha sido a veces criticada por racista. En realidad, la historia en sí misma no lo es —los negros que aparecen en ella quedan retratados con simpatía y actúan con más inteligencia que sus empleadores blancos—, pero sí pone de manifiesto las actitudes racistas o clasistas de la gente de aquel ambiente: aunque para el lector quede claro quién está comportándose de modo estúpido, alguno se sobresaltará cuando vea que William se refiere, hablando con su madre, al criado negro, Genesis, como «ese abominable negro de ahí».
Booth Tarkington. La edad ingrata (Seventeen. A Tale of Youth and Summer Time and The Baxter Family Especially William, 1916). Madrid: Defausta, 2016; 219 pp.; trad. de Susana Prieto Mori; ISBN: 978-84-945029-1-0. [Vista del libro en amazon.es]