Otras memorias infantiles que anteceden a, y que se podrían poner en paralelo con Miguel Street, son las recogidas en Chiquinho, del caboverdiano Bastasar Lopes. Es un libro que deja un buen sabor de boca porque, al hablar de otras gentes y otros ambientes, lo hace con calor pero sin énfasis innecesarios, con veracidad pero sin el rencor infantiloide que a veces asoma en obras semejantes. La consecuencia es que así amplía los horizontes mentales y la capacidad de comprensión del lector.
26 agosto, 2011