
El libro comentado ayer no es el primero protagonizado por un juguete de porcelana que sale al mundo y corre aventuras. Tiempo atrás fue famoso El ratón Manx, de Paul Gallico, relato que precede a otros de ratones que también salen a descubrir el mundo (de los que más adelante hablaré). Es una historia excelente que, con buenos motivos, J. K. Rowling recuerda como uno de los libros favoritos de su infancia. Ya, de paso, conviene no perder de vista el magnífico La gansa blanca.
20 mayo, 2009