El Pequeño Tamborilero, de Loren Long, es una historia, basada en la famosa canción navideña del mismo nombre (The Little Drummer Boy), que se parece mucho a otras sobre juguetes que se pierden, corren aventuras, y luego se recuperan.
Un niño encuentra un regalo en el umbral de su casa: un paquete que contiene un pequeño tamborilero que sabe hacer sonar su instrumento. Más tarde, a consecuencia de un movimiento de la cola del perro cae a la papelera y, a partir de ahí, el muñeco recorre distintos ambientes siempre alegrando la vida a los demás.
Con sus acrílicos característicos, el autor presenta perspectivas espectaculares de los momentos y lugares por los que pasa el tamborilero, acentuando la calidez o el dramatismo según sea el caso. Al igual que otros relatos navideños la intención obvia es llegar al corazón del lector y, seguramente, quienes estén en la misma longitud de onda del autor, y los que puedan leer la historia sin condicionamientos (por ejemplo, porque uno acabó harto de una versión de la famosa cancioncilla cuando era niño, mi caso), agradecen que la historia sea tal como es: previsible y algo acaramelada pero bonita.
Loren Long. El Pequeño Tamborilero (Drummer Boy, 2008). Barcelona: Juventud, 2009; 32 pp.; col. Álbumes ilustrados; trad. de Raquel Solà Garcia; ISBN: 978-84-261-3749-4.