El rescate de Erak, de John Flanagan, es el libro número siete de la serie pero sus acontecimientos suceden antes de los de El hechicero del Norte y El asedio de Macindaw: el autor se dio cuenta de que no había tratado en sus libros el último periodo de los «estudios» de Will, el tiempo justo anterior a ser nombrado ya Guardián, así que parte de la historia tratará sobre su ansiedad debido a que pronto dejará de estar bajo el paraguas protector de Halt, y tendrá una responsabilidad propia.
Además de lo anterior, todo comienza con una boda en Araluen entre el jefe de los guardianes, Halt, y la responsable de protocolo, Pauline. Durante las celebraciones reciben una noticia: el líder de los escandianos, Erak, fue retenido durante una invasión fallida en Arrida y este reino pide un fuerte rescate por él. Por distintas razones, su lugarteniente, Svengal, no volvió a su tierra para conseguir el dinero sino que decidió acudir a sus amigos del reino de Araluen, mucho más cercano. Estos deciden ayudarle y envían una embajada, con él, formada por la princesa Casandra, tres guardianes —Halt, Will y Gilan—, y a un guerrero —Horace—. Después de las difíciles negociaciones con el líder de los arridis, con quien llegan a un acuerdo, las cosas se complican con la inesperada intervención de otras tribus del lugar. Todo se desarrolla en territorios desérticos, poco conocidos por los araluenos y los escandianos. La narración se separa en dos líneas cuando durante una tormenta de arena se pierde Tuk, el caballo de Will: éste sale a buscarlo mientras los demás continúan su camino. En adelante, unos capítulos hablan de las andanzas de Will —a quien salvan la vida unos habitantes del desierto que se llaman bedulinos—; y otros siguen a la expedición de los restantes —que serán asaltados y capturados por los bandidos tualaghis—.
De nuevo, las aventuras son vivas y mantienen el interés del lector con distintos recursos. Hay escenas de peleas de distinta clase descritas con calma. Un buen lector sabe que, en una novela de aventuras bien construida, todo lo que se nos cuenta debe acabar cumpliendo una función, por lo que, cuando el narrador nos presenta unas escenas iniciales en las que se ve que la princesa tiene una gran habilidad con la honda, que al rey, su padre, le incomoda, estará esperando el momento en el que esa destreza oculta sea decisiva en la emocionante resolución de la aventura.
John Flanagan. El rescate de Erak (Erak’s Ransom, 2007). Madrid: Hidra, 2023; 480 pp.; col. Aprendiz de Guardián, 7; trad. de Guiomar Manso de Zúñiga; ISBN: 978-8418002298. [Vista del libro en amazon.es]
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