El mejor museo del mundo, de Ferren Gipson, es un álbum estructurado tal como si visitáramos un museo que ofreciera una visión ordenada cronológicamente de la historia del arte. La información se presenta en textos sencillos y en tres Alas, cada una de las cuales contiene Galerías que, a su vez, tienen distintas «salas». La primera de las Alas va desde el Oriente próximo antiguo hasta el Mundo bizantino, la segunda desde el Arte asiático hasta la pintura europea, la tercera presenta el Arte moderno y contemporáneo y da informaciones variadas (Museos del mundo, Glosario, etc.). Lógicamente, uno siempre piensa, ante libros así, en personajes que faltan —por ejemplo, Giotto o Van der Weyden—, en si no sería mejor jerarquizar más la información —por ejemplo, ¿no merecerían la pena «salas» solo para Velázquez o para Picasso?—, y si quienes representan el arte más cercano a nosotros están bien elegidos… Conforme a lo habitual hoy, se incluyen varias mujeres pintoras de hace siglos, y, a diferencia de lo que harían otros, y esto para mí es una observación a favor del libro, en la introducción que precede a la Galería H sobre la Europa medieval, se afirma que «hay quien define la Alta Edad Media como un periodo oscuro, pero no creas lo que te dicen. Una época oscura no suele tener muchos inventos ni textos escritos ni arte. Y, como descubrirás en esta galería, ¡hubo muchas de estas cosas!».
Ferren Gipson. El mejor museo del mundo (The Ultimate Art Museum, 2011). Londres: Phaidon Press, 2021; 234 pp.; trad. de Ángeles Llamazares y Luis de Manuel Carrera; ISBN: 978-1838663650. [Vista del libro en amazon.es]