The Runner es el cuarto libro de la serie de Cynthia Voigt sobre los Tillermans, pero lo que se cuenta en él sucede antes del nacimiento de la principal protagonista de los dos primeros, Dicey. Esta vez todo se centra en Bullet Tillerman, hermano pequeño de la que será madre de los Tillerman, una chica que aquí casi no aparece pero a la que acabaremos comprendiendo algo más: en la primera novela sólo sabíamos de ella que había abandonado a sus hijos… La historia también ayuda a entender mejor el personaje de la abuela que aparece en Los Tillerman encuentran hogar.
Bullet es un adolescente que vive con sus padres. Está enfrentado ferozmente a su padre, un hombre muy autoritario; y se lleva bien con su madre, una mujer silenciosa que no aprueba, pero no reprueba externamente, lo que hace su marido, y que tiene dificultades para manifestar sus sentimientos. Sabemos que los dos hermanos mayores de Bullet, un chico y una chica, se han marchado de casa, hartos de su padre; también, que él baraja la misma posibilidad, y que, mientras tanto, su refugio es el atletismo: es un extraordinario corredor. El entrenador del equipo de su colegio le fuerza un poco a que ayude a un chico negro, con grandes posibilidades, y, aunque a regañadientes, pues no le caen bien los negros, lo hace. Este cambio se debe a que la persona en la que más confía, un pescador con quien trabaja los días libres, le confiesa que también él tiene antecedentes negros. Entretanto, el ambiente de su colegio está marcado por la guerra de Vietnam: él y sus compañeros saben que pueden ser alistados para ir al frente (o que pueden alistarse para conseguir dinero que les permita, más adelante, ir a la universidad). Al final de la novela, en marzo de 1968, Bullet cumple dieciocho años.
El ambiente particular de la historia, con su doble telón de fondo de los comportamientos racistas en la escuela y de la guerra de Vietnam en el horizonte, hace la novela interesante para los lectores de hace ya varias décadas pero lejana para muchos de ahora. Las descripciones de las carreras en las que participa Bullet son magníficas: para lectores aficionados al atletismo como yo esto le da un gran atractivo. Por otro lado, aunque están muy bien descritos, habrá quien encuentre demasiado tenso el enfrentamiento de Bullet con su padre, que amenaza con explotar violentamente en cualquier momento; antipático su racismo visceral del comienzo, por más que sea producto del ambiente y de vivir tan centrado en su propio mundo; y demasiado feroz su individualismo: se nos dice no sólo no había perdido una carrera de cross nunca sino que ni siquiera había estado cerca de perder alguna, que no corría para ganar carreras, o para derrotar a nadie, sino porque su cuerpo estaba construido para correr, y que corría para sí mismo, era «tan sencillo como eso». La narración avanza lentamente para ir dando cuenta cómo Bullet va logrando, con ayudas, romper su coraza de manera que, al menos parcialmente, acaba ganándose a los lectores.
Cynthia Voigt. The Runner (1985). Atheneum Books, 2012; 225 pp.; ISBN: 978-1442428812. [Vista del libro en amazon.es]