El cuarto libro de Spirit Animals, titulado Fuego y hielo, está escrito por Shannon Hale y centrado en Rollan: en su relación con el halcón Essix —menos fluida que la que tienen sus compañeros con sus espíritus animales—, y en que descubre, aún confusamente, que su pasado es más complicado de lo que sabía. En esta ocasión todos viajan a Ártica con la intención de conseguir el talismán de Suka, la Osa de Cristal, que está congelada bajo tierra. Algunos capítulos sueltos insinúan ya la gran amenaza que supondrá la gran serpiente Gerathon.
A la espera de ver cómo los autores resuelven los conflictos que asolan Erdas, resumo así mi juicio provisional: las narraciones están construidas y escritas de modo más que competente; todo se alarga demasiado y algunos lectores (como yo) pensarán que lo mismo se podría contar con menos Grandes Bestias, menos páginas y menos libros; por escrito son confusos muchos enfrentamientos pero, supongo, estas escenas deberán ser juzgadas por su tirón en otros medios narrativos; desde un punto vista constructivo todo sigue unas pautas bien probadas en las que caben pocas sorpresas.
Para comprender este tipo de libros vale la pena recordar un comentario de Chesterton en Herejes: «La buena literatura puede hablarnos de la mente de un hombre, pero la mala literatura puede hablarnos de la mente de muchos hombres. Una buena novela nos dice la verdad acerca de su héroe, pero una mala novela nos dice la verdad acerca de su autor. Hace mucho más aún: nos dice la verdad acerca de sus lectores; y, cosa muy curiosa, nos dice todo esto mejor y más claramente cuanto más cínico e inmoral es el motivo de su fabricación. (…) La novela sincera presenta la simplicidad de una persona particular; la novela insincera presenta la simplicidad de la humanidad».
Shannon Hale. Fuego y hielo (Fire and Ice, 2014). Madrid: SM, 2015; 213 pp.; col. Spirit Animals 4; trad. de Xohana Bastida; ISBN: 978-84-675-8249-9. [Vista del libro en amazon.es]