Durante los días del confinamiento la editorial Rialp fue ofreciendo gratis un libro electrónico cada día, y rebajaba significativamente, también cada día, el precio de otro libro más, una iniciativa sensacional a la que yo y muchos estamos muy agradecidos. Muchos de los libros que ofreció pertenecen a la magnífica colección Doce uvas, que a veces son ensayos breves, y en otras ocasiones antologías de textos, que resultan apropiadas introducciones a grandes autores y a sus obras. Cuando a veces se habla de la necesidad de buena literatura juvenil y se desean proponer lecturas valiosas que abran horizontes, libros como estos nunca deberían faltar. En las próximas semanas iré poniendo aquí comentarios a varios.
Uno es Cartas a un joven poeta, una colección de respuestas de Rainer Maria Rilke a un joven escritor que, entre 1903 y 1908, le enviaba sus intentos poéticos pidiéndole consejo. El traductor y autor de la buena presentación del libro subraya el coraje intelectual de Rilke y cómo su voz siempre «se elevó contundentemente contra la trivialidad y el cinismo, de ahí su actualidad». Unos párrafos seleccionados del libro son estos:
«Si su vida cotidiana le resulta pobre, no la acuse a ella; cúlpese a sí mismo, dígase que no es lo suficientemente poeta como para extraerle sus riquezas. Para el verdadero creador no hay pobreza ni lugares comunes».
«Hoy pretendo contarle solo un par de cosas más. La primera concierne a la ironía. No se deje dominar por ella, especialmente en sus momentos menos fecundos. Cuando se sienta creativo trate de manejarla como si se tratase de un medio más para atrapar la vida. Usada limpiamente, también la ironía resulta limpia, y no hay que avergonzarse de ella».
«Busque la profundidad de las cosas, donde nunca desciende la ironía. Y si llega a situarse en las inmediaciones de la grandeza, compruebe al mismo tiempo si es que la actitud irónica es una necesidad que brota de su ser. Porque bajo la influencia de los asuntos serios, o bien constatará que la ironía le sobra (porque le resulta fortuita) o bien verá que se afianza (si es que forma parte de usted de un modo innato) como una recia herramienta de trabajo, que tendrá a su disposición junto al resto de medios con los que ha de construir su arte».
«Las obras de arte parten de una soledad infinita, y nada sirve menos para abordarlas que la crítica. Solo el amor puede hacer que las comprendamos y las retengamos; solo el amor puede hacerles justicia».
Rainer Maria Rilke. Cartas a un joven poeta (Briefe an einen jungen Dichter, 1929). Madrid: Rialp, 2016; 104 pp.; col. Doce uvas; prefacio y trad. de David Cerdá; ISBN: 978-8432146183. [Vista del libro en amazon.es]