Hace poco tiempo falleció la australiana Patricia Wrightson. Cuando comencé a preparar Bienvenidos a la Fiesta (libro) leí varios libros suyos, igual que hice de todos los autores que habían obtenido el premio Andersen. Me pareció una buena escritora, centrada en un mundo propio —el de los aborígenes australianos, el de los conflictos entre los hombres y la naturaleza— con el que yo no conecté mucho. Elegí entonces una de sus novelas, Luna nueva, que creo que da idea de ambas cosas, de su calidad y de sus preocupaciones.
28 julio, 2010