El cómplice, de John Grisham, es el séptimo libro protagonizado por Theodore Boone, que ahora tiene 13 años, con igual fórmula de los anteriores: un título simple que da una idea del argumento; un amigo del héroe que tiene problemas y acaba en la cárcel; gestiones de Theo para lograr que sus padres y sus compañeros se involucren para librarlo de una condena injusta.
Aquí el autor presenta un caso claro, sin derivaciones al margen del lío en el que se meten Woody Lambert, el compañero de Theo, y su hermano Tony. De paso, el narrador nos da conocimientos del sistema legal norteamericano, tanto de sus carencias como de sus fortalezas —por boca de Theo, a quien su profesor pide que explique a sus compañeros como funciona el sistema de fianzas, Grisham da explicaciones asequibles a todos—; insiste a los lectores jóvenes en la importancia de los estudios y de no dejarse atraer al consumo de drogas, alcohol, etc.; y también, para los lectores adultos, no faltan orientaciones sobre la forma de educar —se nos dice que los padres de Theo cuidaban mucho de él y se preocupaban por su futuro, por lo que «a menudo se sentía frustrado por la estrecha supervisión a que lo sometían, pero sus padres siempre parecían saber cuándo tenían que ceder un poco»—.
John Grisham. El cómplice (The Accomplice, 2019). Barcelona: Montena, 2019; 224 pp.; trad. de José Serra; ISBN: 978-8417773915. [Vista del libro en amazon.es]