Fred. El amigo imaginario, de Oliver Jeffers y Eoin Colfer, cuenta que los amigos imaginarios tienen un problema: que cuando aparece un amigo real ellos tienen que desvanecerse. Fred, un amigo imaginario que flotaba en el aire como una pluma, en espera de que lo necesitasen, deseaba tener un amigo para siempre y eso sucedió cuando lo convocó Sam. Hasta que Sam conoció a Sammi, una chica, y entonces Fred piensa que tendrá que desaparecer.
Relato amable y gracioso, muy bien resuelto gráficamente. Por un lado, todo se cuenta con dibujos sencillos en blanco y negro salvo leves toques de otros colores, y con dibujos en colores suaves de los seres imaginarios, en especial de Fred, que tiene un tono azulado y es como un dibujo tramado y sin contornos. Por otro, en las imágenes se añaden elementos que no se mencionan en la narración con palabras —como, entre muchos otros, que Sam toque el violín y Fred la flauta; o como que aparezcan unas atracciones de feria—.
Oliver Jeffers. Fred. El amigo imaginario (Imaginary Fred, 2015). Texto de Eoin Colfer. Valencia: Andana, 2016; 48 pp.; trad. de Nàdia Revenga García; ISBN: 978-84-16394-26-5. [Vista del álbum en amazon.es]