Ojos de agua y La playa de los ahogados, de Domingo Villar, son dos novelas policiacas que se desarrollan en Vigo y sus alrededores. En la primera el inspector Leo Caldas descubre quién asesinó a un saxofonista y en la segunda desenreda el caso de un marinero ahogado en Panxón.
Como Kurt Wallander, el protagonista de las novelas detectivescas de Mankell, Caldas es un tipo concienzudo en su trabajo que, aunque sabe tratar bien a las personas con las que se relaciona, no acierta como le gustaría en su vida personal que, por otra parte, está más centrada que la del sueco y resulta más cercana para un lector de aquí. Luego, es un acierto el contraste continuo entre la manera de actuar de Caldas y la de su ayudante aragonés, Estévez, un tipo impulsivo al que, salvada la irritación que pueden causar algunos incidentes que protagoniza, sobre todo si uno ha sufrido alguno parecido en la vida real, deben reconocérsele golpes excelentes; también en esto resultan superiores estas novelas a las de Wallander, a las que les falta un contrapunto así.
Además, el autor entreteje bien las historias paralelas de la vida de Caldas: aparte del caso que tiene entre manos, en cada novela se ven la preocupación que siente por su padre y las relaciones que tiene con él; el dolor sordo por la separación de Alba, un personaje que todos en las novelas conocen pero del que los lectores no saben casi nada; la relación tensa con el periodista que dirige un programa de radio en el que interviene regularmente… Y tienen las dimensiones justas los otros escenarios por donde discurre su vida: la comisaría y el bar sobre todo. Los diálogos son excelentes, el despliegue de investigaciones y averiguaciones es ordenado, prácticamente no hay ningún comentario enfático, y añaden sabor a la narración las excelentes descripciones de comida.
Sin perder de vista que la primera novela de una serie siempre significa la presentación del protagonista y de los escenarios habituales, y por tanto es irreemplazable, en este caso puede leerse directamente la segunda novela, La playa de los ahogados, que además es mejor que la primera: el caso es más sencillo y menos escabroso —cosa que yo, por lo menos, agradezco—, están particularmente bien presentados los ambientes marineros, el comportamiento de Estévez no es tan irracional, todo se desarrolla con pausa y sin el aceleramiento explicativo del final de la primera novela.
Domingo Villar. La playa de los ahogados (2009). Madrid: Siruela; 2009; col. Nuevos Tiempos; 445 pp.; ISBN: 978-84-9841-129-4.
Domingo Villar. Ojos de agua (2006). Madrid: Siruela, 2007, 6ª impr.; 188 pp.; col. Nuevos Tiempos; ISBN 10: 84-7844-048-8.