Otra serie muy amena de Emily Rodda —armada y escrita con gran profesionalidad pero sin unas portadas animantes…—, esta vez pensada para los entusiastas de las aventuras fantásticas, es Deltora. Está compuesta por ocho novelas que conviene leer por orden: Los bosques del silencio, El lago de las lágrimas, La ciudad de las ratas, Arenas movedizas, El Monte Terrible, El laberinto de la bestia, El Valle de los Perdidos, Regreso a Del.
Al principio se cuenta la historia de Deltora, un antiguo reino del que ha terminado apoderándose el Señor de las Sombras, y se presentan los héroes que han de hacer frente a los desafíos que se avecinan. El principal es Lief, el hijo de un herrero que había sido el mejor amigo del depuesto rey. A él, cuando cumple 16 años, sus padres lo envían a cumplir una misión: recuperar las gemas perdidas del Cinturón de Deltora, oculta cada una en un lugar amenazador, y necesarias todas para poder reponer en el trono al heredero legítimo, actualmente oculto. Esas gemas son: el topacio, símbolo de la fe; el rubí, de la felicidad; el ópalo, de la esperanza; el lapislázuli, un poderoso talismán; la esmeralda, del honor; la amatista, de la verdad; el diamante, de la fortaleza. Cada una tiene un poder especial que los héroes irán descubriendo aunque, al final, verán que hay otras cosas tan o más necesarias que las gemas. Con Lief viaja Barda, a quien él consideraba un mendigo pero que, en realidad, es un antiguo guarda real. Y, en su primer viaje, se les une una chica con unas dotes particulares para la comprensión de la naturaleza, Jasmine, junto con dos animales que la siguen: el cuervo Kree y un animalillo peludo llamado Filli.
Las novelas se dividen en capítulos cortos y todas están estructuradas del mismo modo: un viaje a unos extraños lugares, varios encuentros con amigos y enemigos, y un enfrentamiento final de todos, pero especialmente de Lief, con un ser horrible. Cualquier conocedor de cuentos populares, y de obras como El hobbit o El Señor de los anillos, reconocerá enseguida elementos familiares, bien en algún paso argumental bien en las singulares criaturas que aparecen. Como sucede con otras novelas de la escritora, también en estas los personajes crecen, se confunden, han de rectificar o ceder, y han de aprender a comprenderse unos a otros mejor. No faltan los acertijos, o los mensajes o sueños confusos, que han de resolver e interpretar: también una especialidad de la autora. El desenlace tiene varios giros consecutivos que sorprenderán a una mayoría de lectores. Tal vez ocho novelas resulten excesivas —al menos eso pensaba yo mientras las iba leyendo aunque, al final, también eso tiene sentido—, pero, sea como sea, el conjunto es toda una lección de técnica constructiva y narrativa.
Emily Rodda. DELTORA (Deltora Quest, 2000). Son ocho novelas: Los bosques del silencio (The Forest of Silence, 2000), El lago de las lágrimas (The Lake of Tears, 2000), La ciudad de las ratas (City of the Rats, 2000), Las arenas movedizas (The Shifting Sands, 2000), El Monte Terrible (Dread Mountain, 2000), El laberinto de la bestia (The Maze of the Beast, 2000), El Valle de los Perdidos (The Valley of the Lost, 2000), Regreso a Del (Return to Del, 2000). Barcelona: Círculo de Lectores, 2003, 2003, 2004, 2004, 2004, 2005, 2005, 2005; 140, 140, 138, 144, 137, 144, 138 y 138 pp.; ilust. de la autora; trad. de Albert Solé; ISBN: 84-672-0274-2, 84-672-0275-0, 84-672-0463-X, 84-672-0464-8, 84-672-0846-5, 84-672-0847-3, 84-672-1181-4, 84-672-1182-2.