La maceta vacía, de Demi, es una bonita historia, basada en una leyenda oriental que desea dar una lección de honradez.
Su protagonista es un niño llamado Ping a quien gustan mucho las flores. Cuando el Emperador emite una proclama, diciendo que todos los niños del reino deben acudir al Palacio y allí el Emperador les dará unas semillas de flores especiales y, quien traiga las flores más bellas al cabo del año, será el sucesor al trono, Ping se presenta también. Pero los cuidados que Ping tendrá con su semilla durante todo el año resultan infructuosos y, al fin, debe acudir a ver al Emperador con la maceta vacía.
Cada página contiene una ilustración detallista, que va encerrada en un contorno casi circular. En cada una se da un paso de la historia y las luces y paisajes van mostrando el paso del año que dura el concurso. Las figuras de los niños y personajes tienen el mismo tamaño y se ven siempre, más o menos, a la misma distancia. Como para subrayar su modo de ser, Ping suele aparecer solo en escenas de colores más suaves, beiges y verdes, mientras que los otros niños que se ven aparecen en grupos, y tienen mucho más colorido.
Demi. La maceta vacía (Empty Pot, 1990). Barcelona: Juventud, 2010; 32 pp.; trad. de Teresa Farran; ISBN: 978-84-261-806-4.