Dos observaciones de Jiménez Lozano sobre Dostoievski:
—«Dostoievski pertenece al orden de escritores que dejan una decisiva huella en uno, lo que no significa que arrase o colonice ni nuestro pensamiento ni nuestra sensibilidad o gusto estético. Ningún escritor se apoderó jamás de las ánimas de los lectores como él, ninguno las ha trastornado tanto, ninguno las ha hecho bajar de tal modo a los infiernos o sentir la pureza de la inocencia y la belleza del mundo. Ningún otro escritor ha logrado que la vida de un lector suyo quede escindida entre un antes y un después de haberse encontrado con sus libros».
—«El crítico y amigo de Dostoievski, Nikolái Strájov, le dice que tiene su escritura un gran inconveniente, y éste es el de que posee una gran abundancia de ideas, sentimientos e historias, con una o muy pocas de las cuales otros escritores compondrían un libro; pero eso mismo hace que uno aprenda a leer para hacerse cargo de todo lo que a primera vista no se ve. Así que Dostoievski enseña a leer, a ver si una escritura es pura superficie lisa o un mundo con recovecos que son otros tantos mundos».
Guadalupe Arbona. Las llagas y los colores del mundo. Conversaciones literarias con José Jiménez Lozano (2012). Madrid: Encuentro, 2011; 163 pp.; ISBN: 978-84-9920-109-2.