Govindo. El regalo de Madre Teresa, de Marina Ricci, es un extraordinario libro testimonio (que, apunto para quienes pertenezcan al mundo de la LIJ, gustará mucho a quienes hayan leído y disfrutado con La lección de August).
La autora, una periodista italiana, tuvo que ir a Calcuta en 1996 para realizar un reportaje sobre Nirmal Hriday, la casa de los moribundos que llevan las hermanas de la Madre Teresa, y sobre Shishu Bhavan, un orfanato que también atienden. En este vio a Govindo, un niño minúsculo con una evidente discapacidad que le ganó el corazón. Su marido Tommaso y sus cuatro hijos —tres chicas y un chico— respaldaron su propuesta de adoptarlo, por lo que dieron todos los pasos para llevarlo a Italia, donde le diagnosticaron una parálisis cerebral espástica y microcefalia. Se cuentan distintos episodios de todo ese proceso hasta el fallecimiento de Govindo el año 2010.
Las descripciones son vívidas. Véase: «Ningún relato puede reproducir el impacto devastador que recibe quien llega por primera vez [a Calcuta] desde un país occidental. Lo que te asalta, te satura y te aplasta no es solo la miseria en cantidad industrial, sino el aire mismo lleno de miasmas, la suciedad y el asco, la irrefrenable necesidad de no tocar nada, que ni siquiera nada te roce. Es una sensación violenta que, con el pasar de los días, se atenúa lentamente y nos acostumbra poco a poco incluso a Calcuta, gigantesca letrina humana, llena de hombres y mujeres en la miseria, de quienes no se acuerda nadie».
Conmueve la forma en que la autora pone al descubierto su mundo interior: «todos los sentimientos que me han unido a Govindo han convivido con otras tantas sensaciones de repulsa, miedo, pánico». Resultan cercanos sus acentos coléricos al entrar en el «planeta adopciones, hecho de encuentros con psicólogos y asistentes sociales y documentos, timbres, sellos y más documentos». Su energía se revela cuando cuenta el trato en los hospitales: «fui transformándome en una fiera, con Tommaso que intentaba contener mis iras, dándome en el codo o tirándome de la ropa cuando veía que comenzaba a alterarme durante las consultas médicas»; en un caso, ante unos comentarios insensibles, cuenta que «si alguien piensa que la adopción de Govindo me estaba haciendo más buena, se equivoca mucho. Yo le habría saltado al cuello». Es un gran momento el de cuando impide que los filmen, a Govindo a y a ella, la CNN: «No quería que nadie arruinase todo lo vivido con comentarios dulzones. Yo era de ese ambiente y sabía bien de qué era capaz mi gente».
En esta entrevista la autora explica que escribió esta historia, para ella misma y su familia, con la intención de no olvidar lo vivido pues, al mirar atrás, se daba cuenta de que todo había sido extraordinario: de ahí que su relato transmita tanta sinceridad. Varios años después cedió a las peticiones que le hacían de que la publicara. En ella dice también que Dios le ganó la apuesta: amigos y parientes le habían advertido sobre los problemas que le causaría la adopción de un niño tan enfermo y, en concreto, sobre los efectos adversos que tendría esa decisión en sus hijos. Sin embargo, el resultado fue todo lo contrario: los testimonios con los que termina el libro, de los cuatro hermanos mayores de Govindo, lo ponen de manifiesto.
Marina Ricci. Govindo. El regalo de Madre Teresa (Govindo. Il Dono di Madre Teresa, 2016). Madrid. Rialp, 2017; 192 pp.; trad. de Miguel Martín; ISBN: 978-84-321-4817-0. [Vista del libro en amazon.es]