Una observación de Jiménez Lozano acerca de lo que podemos esperar de la literatura:
«La literatura como crítica sociológica o política, como “arma cargada de futuro” que decían los camaradas de la poesía, no va más allá de comportarse con un componente de lucha en ese sentido social y político, y pienso que para eso hay otros medios que son los adecuados.
Los griegos ofrecían las tragedias como “catarsis” a su público, pero este ya no es el caso. A nuestro mundo no le importa nada de nada y, con frecuencia, todo eso de las denuncias son un bla-bla-bla de politiquería y negocio. Adorno decía que todo lo que en política no es teología es negocio, y algo así puede decirse de la literatura.
Lo que cabe esperar es que si se cuenta lo injusto de algún modo se esté haciendo justicia y se contagie el deseo de la misma, y si, a la vez, se ofrece hermosura, como debe ser, se ofrece un tejadillo como poco contra el odio, un rinconcillo de alegría, un trozo de vida».
Guadalupe Arbona. Las llagas y los colores del mundo. Conversaciones literarias con José Jiménez Lozano (2012). Madrid: Encuentro, 2011; 163 pp.; ISBN: 978-84-9920-109-2.