George Steiner: «Nací con una grave limitación en el brazo y la mano derechos, limitación que mi madre se negó a aceptar y contra la que luchó toda su vida. En nuestros días se permite a un niño ser zurdo. El tratamiento que me reservaron no tenía comparación posible con las actuales prácticas. Me ataban, recuerdo, la mano izquierda a la espalda y aprendía a escribir y a pintar con mi mano derecha, que estaba prácticamente paralizada. Tardé seis meses en aprender a atarme los cordones de los zapatos, algo que dejaba muy desolada a mi madre. No se advierte que para hacer un nudo es necesario utilizar ambas manos. Finalmente conseguí vencer aquella dificultad y agradezco a mi madre haberme insuflado todo lo que hay en mí de voluntad y autoridad. Le debo también mis vacilaciones ante todas las terapias llamadas modernas».
George Steiner en diálogo con Ramin Jahanbegloo (George Steiner-Ramin Jahanbegloo. Entretiens, 1992). Barcelona: Mario Muchnik, 1994; 226 pp.; trad. de Manuel Serrat Crespo; ISBN: 84-7979-187-X.