Madrid: SM, 2002, 27ª ed.; 93 pp.; col. El Barco de Vapor; ilust. de Tino Gatagán; ISBN: 84-348-8934-X.
Tras un accidente de mula, varios amigos acaban en el fondo de un pequeño barranco. Se toman el pulso y comprueban que el corazón no les late, por lo que suponen que han muerto… Pero, como son capaces de verse y de hablar entre sí, concluyen que son espectros y piensan que, en cuanto devuelvan la mula que cogieron, podrán dejar de vagar como fantasmas. Entretanto, y puesto que los demás no les ven, aún tienen tiempo de hacer algunas travesuras a los vecinos del pueblo.
6 enero, 2011