Tintín sorprende un avión que aterriza sin matrícula. Los ocupantes le disparan. En el hospital le visitan Hernández y Fernández, que le anuncian su viaje a Inglaterra porque acaba de caer allí el avión. Tintín marcha también y averigua que, oculta en una isla que aterroriza a los pescadores de la zona, la isla negra, existe una banda que falsifica billetes. (Hergé reproduce con detalle peculiaridades del ambiente británico e ironiza amablemente sobre él. Es antológico el gag de los bomberos que no encuentran la llave del garaje para sacar el coche.)
6 agosto, 2008