La Wells Fargo decide dar un golpe de efecto que demuestre la seguridad de sus envíos: anuncia que una diligencia llevará un cargamento de oro desde Denver a San Francisco, protegida por Lucky Luke, y garantiza que llegará intacto. Con el conductor Hank Bully, el mejor «látigo» de la Fargo, y varios pasajeros típicos (el truhán, el predicador, el buscador de oro, un contable y su señora, el fotógrafo), la diligencia emprende un camino plagado de dificultades: «Montes infranqueables, desiertos infernales, carreteras espantosas, indios sanguinarios y todos los forajidos del país pisándonos los talones», según descripción de Bully.
23 julio, 2008