
Irritado porque Julio César ha comentado que los belgas son los más valientes de todos sus adversarios, Abraracúrcix quiere retarlos. Le acompañan Astérix y Obélix. El escándalo hace que Julio César se desplace a Bélgica para ponerse al frente de sus tropas. Su irritación es enorme cuando le piden que haga de árbitro entre galos y belgas. Pero en la batalla final, sus tropas son humillantemente derrotadas y «corren sin cesar». Será el momento en que César exclamará «veni, vidi y no creo lo que vidi». Astérix y Obélix se ven las caras, nuevamente y por última vez, con Julio César. Belgas y galos se reconcilian en un banquete, escena que Peter Brueghel el Viejo inmortalizará en un famoso cuadro.
Irritado porque Julio César ha comentado que los belgas son los más valientes de todos sus adversarios, Abraracúrcix quiere retarlos. Le acompañan Astérix y Obélix. El escándalo hace que Julio César se desplace a Bélgica para ponerse al frente de sus tropas. Su irritación es enorme cuando le piden que haga de árbitro entre galos y belgas. Pero en la batalla final, sus tropas son humillantemente derrotadas y «corren sin cesar». Será el momento en que César exclamará «veni, vidi y no creo lo que vidi». Astérix y Obélix se ven las caras, nuevamente y por última vez, con Julio César. Belgas y galos se reconcilian en un banquete, escena que Peter Brueghel el Viejo inmortalizará en un famoso cuadro.