
Abraracúrcix y su familia visitan a Homeopátix, hermano de su mujer, en Lutecia. Abraracúrcix intenta quedar por encima de su cuñado, anunciándole un estofado perfumado con la corona de laurel del César. Astérix y Obélix viajan a Roma para conseguirla. Un esclavo del palacio del César les informa quién es el mercader que suministra esclavos al César. Se le ofrecen como esclavos, pero no son comprados por el César, como ellos querían, sino por Claudius Cualquierus. Un esclavo envidioso los denuncia y acaban en las mazmorras del César. Y, a causa de unas peleas, son juzgados y enviados al Circo Máximo.
16 julio, 2008