Madrid: Anaya, 1983; 30 pp.; trad. de Ana María Beaven; ISBN: 84-7525-127-7; agotado.
Dos niños van junto a su abuelo porque no se pueden dormir. El abuelo les cuenta lo que le ocurrió una noche en que tenía la misma dificultad: contó ovejas y nada, por lo que salió a la calle, empezó a correr, se bañó en el mar, cruzó el océano a nado, tuvo que evitar una manada de tiburones que venían hacia él, llegó a un iceberg, allí le atacó un oso polar, y huyendo de él llegó hasta una manada de morsas, el iceberg empezó a derretirse, tuvo que nadar hasta una isla, donde le asaltó un dragón, del que se escondió en medio de unas cebras y luego se escapó saltando de liana en liana para evitar a los cocodrilos, hasta que llegó a un árbol altísimo en cuya copa se encontró una casita en la que había un sillón y un perro, y cuando estaba a punto de quedarse dormido, un huracán elevó la casa por los aires haciéndola atravesar el océano a toda prisa…