Escritor inglés. 1943-. Nació en Saint Albans, Hertfordshire. Fue profesor de primaria. Ha escrito varias decenas de relatos para chicos. Junto con su esposa, en 1973 fundó una granja, «Farms for City Children», que desarrolla distintas actividades dirigidas a dar a conocer la vida del campo y fomentar el amor a los animales entre chicos de ciudad.
El león de TomBarcelona: Edebé, 1996, 6ª impr.; 92 pp.; col. Tucán, serie verde; ilust. de
Fernando KRAHN; trad. de Sonia Tapia; ISBN: 84-236-3164-8.
Pueblo inglés. Cuando Tom dice que ha visto un león, nadie le cree: ni sus padres, ni sus profesores, ni sus compañeros… Pero él sabe que lo ha visto y Clare, una compañera de clase, le apoya porque también ella lo ha visto. Ambos llevan carne al bosque para intentar atraer al león y repetir la experiencia, hasta que, después de varios intentos fracasados, sucede lo inesperado.
El león mariposaLeón: Everest, 1998, 5ª impr.; 93 pp.; col. Montaña encantada; ilust. de
Christian Birmingham; trad. de Pilar García-Romeu; ISBN: 84-241-3276-9.
Harto de sufrir en el internado, un niño de diez años escapa con la intención de volverse a casa. Pero, estando a la puerta de la gran finca de al lado, una señora mayor le ve, le hace entrar en casa y le cuenta la historia de un león blanco que su marido Bertie vio cuando era un niño y vivía en Sudáfrica, y que acabó reencontrando, de modo casual, en un zoo, ya pasada la primera Guerra Mundial.
El reino de KensukeBarcelona: RBA Libros, 2003; 155 pp.; col. Samarkanda; ilust. de
Michael FOREMAN; trad. de Carmen González-Aguilar Precioso; ISBN: 84-7901-420-2.
En una travesía en yate que hace con sus padres alrededor del mundo, Michael, once años, cae al agua una noche y sus padres no se dan cuenta. Termina en una pequeña isla donde vive Kensuke, un antiguo soldado japonés, desde hace ya cuarenta años, que al principio le ayuda pero a distancia y luego entabla con él una relación más estrecha, en la que Kensuke aprende inglés y Michael supervivencia y más cosas.
El león de Tom es una historia sencilla que resulta muy satisfactoria para el lector pequeño, que disfruta viendo cómo Tom y Clare pueden demostrar su veracidad y quedar como reyes delante de todos los que no les habían creído. El león mariposa tiene otro tono, nostálgico y evocador, que recoge los distintos sentimientos de los niños protagonistas: de soledad, de dolor, de amor a los animales… El reino de Kensuke, un relato contado en primera persona por Michael, diez años después de que ocurriera todo, se centra en la evolución de su relación con Kensuke, además de intrigar al lector sobre cómo llegará el rescate. Tanto las ilustraciones caricaturescas y descriptivas de Krahn como las realistas y cálidas de Birmingham y de Foreman, van a tono con los rasgos de cada relato.
El autor tiene un positivo afán por escribir con altura y sencillez, por comunicar a sus argumentos una tensión que prenda el deseo de conocer cómo terminarán. Para eso se preocupa de perfilar bien a sus protagonistas niños y adultos y de transmitir afecto hacia ellos. Como sus relatos nacen de su experiencia personal (como maestro, padre, abuelo), quiere también hacer preguntarse al lector qué está bien y qué está mal: Tom y Clare no mienten y les duele que no les crean, y a Bertie le ocurre lo mismo cuando dice a sus padres que ha visto un león blanco. En especial, como suele ocurrir en los relatos del género construidos hoy, en El reino de Kensuke se le nota mucho su deseo de convertir su relato en una lección de amistad, de respeto a la naturaleza, de rechazo a la guerra.
Otros libros: Caballo de batalla, ¡Qué bien lo hemos pasado!, La isla de los frailecillos.
13 julio, 2011