FARJEON, Eleanor

FARJEON, EleanorAutores
 

Escritora inglesa. 1881-1965. Nació en Londres. Hija de un novelista y una actriz de teatro, creció en ambientes bohemios. Adquirió su dilatada cultura literaria en la enorme biblioteca familiar. Desde 1910 publicó numerosos cuentos, poesías y obras de teatro para niños. Premio Andersen 1956. Murió en Hampstead, Londres.


El zarapito plateado
Madrid: SM, 1987, 3ª ed.; 153 pp.; col. El Barco de Vapor; ilust. de Carmen Lucini; trad. de Leonor Ventura; ISBN: 84-348-1792-6.

Doll Codling es una guapa y perezosísima chica de dieciocho años, que sólo piensa en comer bollitos. Atraído por su belleza, el rey Nollekens le ofrece ser su esposa, si es capaz de hilar un montón de balas de lino… Doll lo consigue gracias a un trato con un diablillo hilandero. Éste vuelve al cabo de un año para que Doll cumpla su parte del trato: irse con él. Poll, la hermana pequeña de Doll, doce años, «morena como una nuez, brillante como un botón, aguda como una aguja y curiosa como un gatito», que «nunca dejaba de preguntar ¿por qué?», será quien la saque del lío con ayuda de un misterioso zarapito plateado.


La princesa que pedía la luna
Barcelona: Juventud, 1982, 2ª ed.; 243 pp.; col. Cuentos universales; ilust. de Mª Dolores Salmons; trad. de Susana Palanca; ISBN: 84-261-5514-6.

Veintisiete cuentos cortos. El primero es La princesa que pedía la luna, que trata «de todo lo que sucede cuando la Hija del Rey llora por la Luna». La mayoría son cuentos maravillosos tradicionales, algunos con un toque actual, pero en la mejor tradición de relatos sobre hadas y princesas, leñadores honrados y modistillas laboriosas, reyes que rugen furiosos, peces que hablan con barcos y que sufren «pensando que nunca podrían ver por encima del borde de las cosas, que no llegarían a darse cuenta de lo redondo que era el mundo». Una excepción por su contenido realista es el relato titulado El burro de Connemara: Danny O´Toole cree los relatos fantásticos de su padre sobre un borrico blanco de nombre Finnigan O´Flannagan y no le resulta fácil, en el colegio, hacer frente a las bromas de sus compañeros.



La princesa que pedía la luna, galardonado con el premio Andersen cuando se concedía a un libro y no a la trayectoria de un autor, tiene una introducción autobiográfica sobre una infancia rodeada de libros en la llamada «biblioteca pequeña» (The Little Bookroom). A los niños de la casa, explica, «nos hubiera parecido más natural carecer de trajes que de libros. Y más contrario a la Naturaleza no leer que no comer». […] Allí, en la biblioteca pequeña, aprendí, como Charles LAMB, a leer cualquier cosa que pueda llamarse libro». […] «Tampoco es raro que muchos años después, […] fueran mis obras un batiburrillo de ficciones y hechos reales, de fantasías y realidades. Nunca he logrado distinguir claramente unas de las otras».

El estilo de la autora es rico y sus intenciones, tanto en los cuentos de fantasía poética que componen esa recopilación, como en El zarapito plateado que, a fin de cuentas, es una recreación del cuento popular El Enano Saltarín, de los GRIMM, son las de dar una visión optimista y positiva de la vida, inculcar comprensión hacia todas las criaturas —«es bueno que haya de todo en el mundo: los que están dentro y los que están fuera…»—, y, sobre todo, reivindicar un papel en la vida para la fantasía y la imaginación.


8 marzo, 2011
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