CREWS, Donald

CREWS, DonaldAutores
 

Ilustrador norteamericano. 1938-. Nació en Newark, Nueva Jersey. Estudió Arte en Nueva York, donde vive y trabaja como fotógrafo, artista y diseñador. Después de unos años de ilustrar libros para otros, tuvo un debut espectacular en 1978 con su primer álbum propio, Freight Train, al que han seguido muchos más.


Freight Train
Nueva York: Greenwillow Books, 1978; 24 pp.; ISBN: 068880165X. [Vista del libro en amazon.es]
Hay una edición bilingüe en Greenwillow books, 2003; trad de M. J. Infante; ISBN: 0-06-056202-1.
Hubo una edición en castellano titulada Pasa un tren en Madrid: Orbis-Plaza Joven, 1987; col. Veo-Veo, Mi primera biblioteca; trad. de María Elena WALSH; ISBN: 84-599-1571-9.

Álbum que tiene su origen en la infancia del autor, vivida en una granja donde ver pasar trenes era un acontecimiento. Se nos presentan primero los distintos vagones de un tren de mercancías y se nos enseña luego cómo recorre toda clase de paisajes: túneles, ciudades, puentes, por la noche y por el día… El texto, que acompaña unas ilustraciones a doble página que son como grandes pósters, son unas brevísimas frases descriptivas que, aunque serían prescindibles desde un punto de vista gráfico, están bien puestas porque comunican movimiento y añaden sonidos propios de la marcha del tren.


Truck
Nueva York: Greenwillow Books, 1980; 32 pp.; ISBN: 0688802443. [Vista del libro en amazon.es]
Edición en board book en HarperFestival, 1997; 18 pp.; ISBN-10: 0-688-15597-9.

Álbum sin texto…, salvo que el sustantivo Truck de la portada, escrito en la caja de un camión, en la siguiente página se transforma en la acción Trucking. Como en una road movie se nos muestra cómo el camión sale cargado de su almacén, atraviesa la ciudad, entra en la autopista, pasa por túneles, para en la gasolinera, viaja por la noche, pasa por tramos en los que nieva, otros en los que hay atascos, otros con nieblas, y llega por fin a su almacén de destino.



El autor está influido por tendencias artísticas como el constructivismo, el futurismo y el pop art sobre todo. Opta por dibujos reconocibles, de contornos precisos y colores planos, completados por unas sombras difuminadas que son el único recurso realista. Juega con las luces y los colores para capturar sensaciones e inducirlas en el lector. Aunque la conexión y continuidad entre páginas parece más fácil en argumentos como éstos, debe ser destacado que pocos ilustradores saben sujetarse con igual rigor a las condiciones que impone la historia y, por tanto, que pocos alcanzan unas imágenes con tanta coherencia de diseño y tanta fluidez narrativa. El resultado son unos álbumes evocativos que hablan del mundo que nos rodea, que ayudan a contemplar con asombro el entramado de servicios y de trabajo que hay a nuestro alrededor, que transmiten movimiento y energía y nos hacen sentir un poco el pulso de la vida.

Análisis formal de Truck

Además de las ya dichas, más cosas para un análisis formal de la edición en board book de Truck serían: «Se marcan gráficamente el comienzo y el final del transporte con la puerta trasera del camión, que se cierra después de cargar (como lo hace una página que pasa) y que al llegar se abre para despachar la mercancía. Predominan las vistas no focales, planas y axonométricas. A menudo el encuadre es corto y sólo recoge un trozo del camión como diciéndonos que es tan grande que desborda el contorno de la página. La encuadernación con hojas duras y bordes redondeados propia de los board books permite colocar abiertas y planas dos páginas sin que haya discontinuidad por la doblez, con lo que el recurso de doble página típico del álbum funciona perfectamente. Como no quien no quiere la cosa, se aprovecha para enseñar a los niños lo que significan las señales de tráfico». Fernando Zaparaín.


6 abril, 2009
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