Ilustradora española. 1966-. Nació en Madrid. Licenciada en Bellas Artes. Desde 1990 trabaja en ilustración de libros infantiles y juveniles.
MATÍASMatías dibuja el sol (2002),
Matías y el color del cielo (2002),
Matías, pintor famoso (2002); Caracas: Ekaré, 2002; 22 pp.; col. El jardín de los niños; ISBN: 980-257-261-6, 980-257-262-4, 900-257-263-2. Y un cuarto titulado
Matías pierde su lápiz (2004); Caracas: Ekaré, 2004; 22 pp.; col. El Jardín de los niños; ISBN: 980-257-299-3.
Álbumes sobre Matías, un topo pintor. Cuando dibuja el sol y está muy satisfecho del resultado, ve con sorpresa que sus amigos valoran más sus bocetos previos: aprende así que cada uno ve cosas distintas en sus pinturas. Cuando se plantea reproducir los distintos colores del cielo ve cómo cada uno se corresponde con el color de alguno de sus amigos y concluye que el cielo tiene mil colores. Cuando pinta un cuadro y piensa en qué sitio le gustaría verlo expuesto, acaba reconociendo que la casa de un amigo es mejor que mil museos. En el cuarto, Matías ha perdido su lápiz y todos sus amigos van llegando a su casa e incorporándose a la búsqueda.
De cómo nació la memoria de El BosqueMéxico: Fondo de Cultura Económica, 2007; 30 pp.; col. Los especiales a la Orilla del Viento; ISBN: 978-968-16-8451-8.
Un leñador que vive del bosque planta un árbol y, cuando el árbol dobla su estatura, se hace una mesa con él. Años más tarde, su hijo regala la mesa al panadero, y este al lechero, y este al tendero, y este a su sobrina. Luego la mesa se quema, y acaba en un basurero, de donde una nueva pareja la recoge y la lleva a su casa, y más tarde vuelven a vivir en el bosque y en la mesa aparecen brotes… Es la hija de esa pareja quien escribe la historia.
Las ilustraciones de los álbumes de Matías están compuestas con sentido teatral y narrativo, con un estilo un poco comparable al de Max VELTHUIJS. La perspectiva del lector es como la un espectador que ve a las figuras en un escenario: siempre a la misma distancia, siempre desde un mismo punto. Están bien pensadas y resueltas tanto las secuencia de las ilustraciones como las soluciones que señalan la transición entre pensamiento y realidad.
Los personajes caen bien pues son simpáticos gráficamente y porque, dentro de las posibilidades de unos álbumes tan pequeños, tienen una personalidad definida, en especial el dubitativo Matías y su animante amiga, la liebre Penélope. Está bien planteada la relación de cordial amistad entre todos los personajes y se subrayan aspectos de interés relativos a la creación artística, en especial cómo el arte depende de la mirada. El argumento del cuarto álbum no tiene que ver con el arte, en él se añaden nuevos matices a la personalidad de cada personaje y se multiplican detalles decorativos que hacen entrar al lector un poco más el minimundo propio de Matías.
De cómo nació la memoria de El Bosque es un álbum inusual por el tipo de ilustraciones, inspiradas en el arte románico, y por el tipo de relato, que habla de convivencia y del ciclo de la vida desde una perspectiva poco común. Cada página lleva un marco distinto y contiene varias escenas al modo de los retablos, con una ilustración central y otras que cuentan la historia ocupando espacios alrededor; junto con el texto, en las páginas en blanco de la izquierda, van algunos dibujos de objetos clave. El argumento abarca la vida de varias generaciones y trata sobre la vinculación afectiva con un objeto que cumple distintas funciones y del calor familiar que pueden aportar los muebles que pasan de padres a hijos o de casa en casa.
Otros libros: ¡Atrévete, Bruno!, álbum con texto de Anna Gasol y Teresa Blanch; El rey del bosque, con texto de Margarita del Mazo; Escarabajo en compañíay Escarabajo de vacaciones, libros de relatos de Pep Bruno; Del maravilloso libro de Calila y Dimna; una edición de El traje de lo que no importa, de Sylvia Plath.
10 febrero, 2006