Conjeturas sobre Barrabás
«Qué fue de Barrabás Pregunté nadie lo sabe
liberado de sus cadenas salió a una calle blanca
pudo torcer a la derecha seguir recto torcer a la izquierda
andar en círculo cacarear de alegría como un gallo
Él Emperador de sus propias cabezas y manos
Él Virrey de su propio hálito
Pregunto pues en cierto modo tomé parte en el asunto
arrastrado por la turba frente al palacio de Pilatos grité
como los demás libera a Barrabás a Barrabás
Todos gritaron aunque sólo yo hubiese callado
igualmente habría sucedido tal como tenía que suceder
Y Barrabás quizá volvió con su banda
En las montañas asesina con presteza hace los debidos pillajes
O abrió un taller de alfarería
Y sus manos manchadas por el delito
Limpia en la arcilla de la creación
es aguador arriero de mulos usurero
propietario de naves —en una de ellas navegó Pablo hasta los corintios—
o —lo que no puede excluirse—
se convirtió en un apreciado delator a sueldo de los romanos
Mirad y asombraos del pasmoso juego del azar
por los poderes de la posibilidad por las sonrisas de la fortuna
Y el Nazareno
quedó solo
sin alternativa
con un abrupto
sendero
de sangre».
Zbigniew Herbert. «Conjeturas sobre Barrabás» (Domysly na temat Barabasza, 1990), Informe desde la ciudad sitiada y otros poemas (1993). Madrid: Hiperión, 2008, 2ª ed.; 115 pp.; trad. y presentación de Xaverio Ballester; ISBN: 978-84-7517-388-7.