Contemplando un cuadro de Carpaccio en el Museo Correr, de Venecia, dice Ramón Gaya que «veía, arrancando de un solo manantial primero, dos brazos de agua grandes: uno, el del sentimiento; otro, el de la expresividad. Giotto abre, sin duda, el cauce expresivo, mientras que Carpaccio parece abrir el de un sentir inmóvil, interior, silencioso. El expresivo me conduce, después de algunas peripecias, a Goya y, más tarde, a Van Gogh; el del sentimiento, como un agua escondida, me lleva, pasando por Tiziano, hasta Velázquez y después hasta Constable. [Aunque a “los beatos de la historia y la crítica artísticas” estas raras asociaciones les parezcan absurdas, veo claro que esas son las] dos grandes líneas internas, centrales, sustanciales, del fluir pictórico»
Ramón Gaya. El sentimiento de la pintura, en Obra completa. Valencia: Pre-Textos y Madrid: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, 2010; 986 pp.; edición al cuidado de Nigel Dennis e Isabel Verdejo; prólogo de Tomás Segovia; ISBN: 978-84-8191-969-1 (Pre-Textos) y 978-84-92827-73-2 (SECC).