En las explicaciones de Roberto Innocenti acerca de sus libros Rosa Blanca y La historia de Erika dice algunas cosas que son como una declaración moral sobre la forma de abordar algunos asuntos en los libros infantiles.
Acerca de Rosa Blanca —su primer proyecto como autor, preparado pensando en su hija de cuatro años, para cuando creciera, y pensando en acercar a los chicos a ese momento de la historia contemporánea—, explica que, aunque se tomó libertades por ejemplo al dibujar un carro de combate, procuró por todos los medios evitar determinadas imprecisiones de tipo histórico: «en lo que se refiere a los detalles de las tragedias humanas y de la brutalidad de los hechos históricos documentados tiendo a ser siempre exacto».
Lo explica más al hablar de La historia de Erika: «Por una cuestión de respeto no fui capaz de dibujar las caras de las víctimas, ni siquiera de copiarlas de fotografías, pues con estos temas no se deben hacer escenitas, es como hacer un relato de ficción sobre Auschwitz. Por favor, ¡que nadie me haga una ficción sobre Auschwitz!» (supongo que aquí hay una crítica a su compatriota Roberto Benigni y a libros como El niño con el pijama de rayas). Y continúa: «De modo que no aparecen rostros, los eliminé porque me pareció apropiado quitar los detalles. De hecho, si hubiera demasiados detalles, el cochecito de bebé se vería menos; solamente hay vías de tren, vagones, madera, hierro, cemento, un cielo gris y nada más. Me parecía innecesario añadir nada. Confié el dramatismo de esta historia a los objetos, que debían gritar: el cochecito abandonado en el andén, las vías brillantes, las manos que arrojan por la tronera el hatillo rosa, las ruinas lejanas entre la niebla». La idea de fondo, tan luminosa para un ilustrador, es que «para cada libro hay que encontrar la clave justa. La de La historia de Erika consistía en eliminar todo y dejar lo esencial; si dejas solo lo esencial, cada detalle se convierte en protagonista».
Roberto Innocenti. El cuento de mi vida. Una conversación con Roberto Innocenti (La mia vita in una fiaba, 2012). Entrevista de Rossana Dedola. Pontevedra: Kalandraka, 2016; 128 pp.; trad. de Carlos Acevedo; ilustraciones de obras de Innocenti; ISBN: 978-84-8464-265-7. [Vista del libro en amazon.es]